Sólo relativizándolos vamos a poder conectar con nuestra intuición y con nuestra quietud interior
Recordemos que los chicos no habían experimentado en su vida sensaciones de agrado corporal como estas (hay excepciones, por supuesto), de ahí que ahora que las viven, se encaran a ellas con psique explorativa y no desde una perspectiva morbosa, como algunos adultos temen.