No me afirmes que no llore, si llorando yo nací, llorando me bauticé y llorando estoy por ti
Nos hemos dado cuenta que, en la medida que hemos experimentado con el amor, vamos añadiendo contenido y alterando, transformando, lo que está guardado allí y por lo tanto hemos seguido atrayendo a nuestra vida situaciones que confirman dicha información (sea equivocada o no).