Hace un mes tuve una conversación muy interesante con uno de mis mejores amigos. Sergio se enamoró perdidamente de Gema, una mujer fascinante: independiente, guapa y con un carácter muy especial. Nos decía.

Me agradan los caballeros muy elegantes y educados, que sepan disfrutar de la vida, sensuales y sensibles. Soy una amante polivalente, que se adapta a cualquier situación y que cumplirá tus fantasías … Te espero.

Evalúa el tipo de personalidad que posees en la sexualidad, con este sencillo test. Donde encontrarás una serie de preguntas que se relacionan a cada una de las recetas y que va a hacer que descubras los diferentes niveles de intensidad que posees.

Tanto Carla como Isabel acabaron en un bucle (en 2 bucles diferentes, para ser precisos). Mientras que Isa se indignaba por lo mentiroso que era Víctor, Carla no daba crédito a lo sexistas que eran Paco y su amigo.

Los abrazos, las caricias, los besos, el contacto sensual, el autoerotismo… en fin, lo que llamo LA INTIMIDAD PRO­LONGADA, el contacto estrecho de los cuerpos y la piel, todo cuanto une a la pareja es, en sí, el acto sexual.

Esta es la correcta forma de poner en su sitio a las niñas que piensan que pueden jugar con usted. Mientras no le pruebe que le afecta lo que le afirma, siempre va a ganar la partida. Otros ejemplos, siendo desinteresado.

Laura conocía la voz y ni siquiera miró hacia arriba. Dos tragos grandes y su coctel especial estaba terminado. Miró a su alrededor y vio prácticamente todos los ojos de su cuerpo. Podían ver su cuerpo y si bien no lo sabían, acababan de presenciar de qué manera se humillaba por Donna.

El amor de mi esposa ha sido lo mejor en mi vida, su entrega, su apoyo. Pero, sobre todo, me dio la inspiración y energía suficiente para ser mejor hombre de lo que me creía. Desde que la conocí, desapareció la sensación de inseguridad y la soledad.

Acaba, para mí mi puta. Pon tu mano dentro de tus pantalones de goma y hazte semen. Extendió la mano y frotó uno de los pezones, haciendo que Debra gimiera de dolor. Tiraré de estos, le pellizcó el pezón, cuando estés allí. Dolerá, pero va a ser un buen dolor.

Cuando vayas a confesarte a San Pedro (cuando reflexiones), basta con presentarte, no es preciso que le cuentes nada, pues ya lo sabe todo (la psique mantiene los recuerdos), porque cada árbol se conoce por su fruto.