Por eso soy la compañera ideal para salir a cenar, a tomar una copa, a danzar, a un estreno
Laura conocía la voz y ni siquiera miró hacia arriba. Dos tragos grandes y su coctel especial estaba terminado. Miró a su alrededor y vio prácticamente todos los ojos de su cuerpo. Podían ver su cuerpo y si bien no lo sabían, acababan de presenciar de qué manera se humillaba por Donna.